La biodiversidad en los Cerros Orientales está representada en su importancia forestal, la cual está dada por “formaciones vegetales de bosque altoandino, con presencia de encenillales bajos, medios y altos (Weinmmania tomentosa), mano de oso (Oreopanax floribundum), uva camarona (Macleania rupestris), entre otras especies; y de subpáramo (matorrales nativos) y páramo (pajonales, rosetales y frailejonales)” (SDP, 2015, p. 22). Estas formaciones se encuentran en estado relictual3, y según la SDP (2015), allí se encuentran los relictos más extensos de bosques altoandinos (encenillales). De igual forma, según el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis (JBB), 4.889 ha de paramo, (34% de los Cerros Orientales) son coberturas de frailejones y arbustos, 3.548 ha (25% de los Cerros Orientales) son coberturas intervenidas con plantaciones forestales, 3.290 ha (23% de los Cerros Orientales) son zonas enriquecidas con especies vegetales nativas, conformando áreas mixtas, y 2.583 ha (18% de los Cerros Orientales) son zonas bajo alguna actividad agropecuaria o transformadas por procesos productivos.